> «Se advierte una oposición entre las lenguas germánicas, que anteponen normalmente el adjetivo, y las lenguas románicas, que tienden a posponerlo, pero permitiendo una gran libertad en esta colocación.
El francés ocupa una posición intermedia. Por una parte ha fijado en una gran mayoría de casos el lugar de los adjetivos, con clara tendencia a posponerlos; en otros varía grandemente el significado de éstos al cambiarlos de posición: neuf, nouveau, mientras que en número más restringido de ocasiones, y casi siempre con fines literarios o de expresión afectiva, permite una cierta libertad e…